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Historia de Liérganes

Casa solariega del siglo XVI (Liérganes)

Antes de comenzar, debemos aclarar que en el presente artículo vamos a hablar sobre los orígenes y la trayectoria histórica del municipio de Liérganes. Pero en otro artículo te relatamos la historia del hombre pez de Liérganes.

Existe constancia de un primer asentamiento humano en la época del Paleolítico, como así lo demuestran las prospecciones en los yacimientos de las cuevas en la zona de la cuenca alta del río Miera. A pesar de estos increíbles hallazgos, no hay presencia de restos arquitectónicos hasta el periodo Auriñaciense, hace unos treinta mil años. Sin embargo, su presencia en los archivos históricos, no se revelaría hasta la segunda mitad del siglo IX.

Primero vamos a ponernos un poco en precedentes, a tejer con el fino hilo de la historia la situación y orígenes de este lugar. Antes de nada, es preciso que sepamos que este municipio, en los términos actuales, nace de la unión de otros tres, a saber: Liérganes, Pámanes y Los Prados. Esta anexión fue oficializada en el año 1813, causando un revuelo notable y desavenencias con las localidades colindantes.

Cabe señalar que las primeras menciones a su existencia se remontan a mucho antes, al año 817. Los documentalistas fijan en esta fecha la existencia del Monasterio de San Martín Liérganes, del que a día de hoy, desafortunadamente, no queda vestigio alguno.

La configuración y reconocimiento del municipio no aparece hasta el año 1351, en el Libro de las Merindades de Castilla, una obra de referencia para los investigadores de la Baja Edad Media en España. Se le describe como un lugar de behetría, en el cual las huestes elegían a un señor al que pagaban tributos, normalmente en especies.

En el contexto histórico de la Edad Moderna, Liérganes vivió su mayor esplendor, bautizada a la luz de los cultivos, como el maíz, y por supuesto, ya en el año 1622, agraciada con la fábrica de fundición de hierro, enfocada en la construcción de artillería y municiones para la Corona, que por aquel entonces ostentaba Felipe IV.

La importancia de esta fábrica era mayúscula, dado que allí se manufacturaban a un coste muy bajo, el armamento de los buques de la Armada Española. Esto permitió, entre el siglo XVII y XVIII, abrir nuevas vías de comunicación, articulando la industria foránea con la de las localidades adyacentes, como el astillero de Guarnizo o el puerto de Santander, poniendo a Liérganes en el mapa.

Con el declive del Imperio, vino la disolución de esta industria, pero no sin antes dar paso, de forma paralela, a una nueva época, más enfocada en la prestación de servicios, con la construcción del Balneario de Liérganes, convirtiendo así al lugar en uno de los centros turísticos de Cantabria, permaneciendo hasta nuestro días.

Ya en el año 1670 se rumoreaba sobre los poderes curativos de la Fuente Santa, que se empleaban para paliar diferentes dolencias, tales como el reumatismo, patologías diversas de la vías respiratorias, cutáneas e incluso estomacales. No sería hasta 1844 cuando consiguieron el patrocinio necesario para habilitar lo que entonces se conocía como baños sulfurosos, abriendo sus puertas al público en 1862, para más tarde construir un mega complejo que incluía fonda y hotel.

Estos milagros que obraba la Fuente Santa, llegaron a oídos de Alfonso XIII y Victoria Eugenia, que aprovechando un viaje al Palacio de la Magdalena en Santander, decidieron acercarse a comprobar in situ las bondades de estas aguas. No en vano, supuso un gran empujón a la popularidad del balneario, convirtiéndose por derecho propio en un lugar de referencia. A día de hoy podemos disfrutar del privilegio de tomar un fantástico baño en la Piscina del Rey, la misma en la que estuvo Alfonso XIII.

En la actualidad, el balneario es el eje central de la economía local, siendo incluso lugar de peregrinaje.

Es el momento de poner el ojo en aquellos lugares que consideramos de obligada visita, de coger el bastón y andar decididamente para perdernos en este vórtice temporal que parece ajeno a los trasiegos, sinsabores y ansiedades del mundo moderno.